domingo, 15 de mayo de 2011

SÍNTESIS ARGUMENTAL

Con “La casita de los viejos” nos internamos en la mente y el alma de Rubén, un hombre común, sexagenario, de sueños incumplidos. Un hombre gris que vuelve a su niñez cada vez que entiende que ha cometido un error en su presente.
En este tránsito se encontrará con quienes han sido arquitectos de su vida: Rosa, una vecina metiche, quien juntos a sus dos hijas, Porota y Pocha le remarcan casi obsesivamente, sus límites.
Una Madre calculadora y casi lejana y un Padre déspota y hasta cruel que lo hacen sentir insignificante, casi primitivo y que le plantean, como en cada regreso, la única solución a sus problemas: penitencia eterna, encierro en el baño hasta que aprenda, junto a todos los “rubencitos” que retornan cíclicamente.
Pero sobretodo se encontrará con él mismo, con... Rubencito. Con ese niño espantado que observa, como en una película sinfín, sus futuros fracasos y sus regresos eternos a ese círculo dantesco llamado infancia.



1 comentario:

  1. Una obra íntima, con un relato atemporal de las relaciones y los vínculos familiares. Una actuación medida y a la altura del texto. Lo mejor: el lenguaje gestual que trapasa las barreras de la palabra. ¡Emociona!!

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