martes, 26 de abril de 2011

CRÍTICA de ¨Criticunder¨


Dijo Sandrina Gallego, ¨Criticunder¨:


¨Rubén en Rubén de Rubén en Liberarte¨

Link: http://criticunder.blogspot.com/2011/04/ruben-en-ruben-de-ruben-en-liberarte.html
Calificación: ★★★★★ 

El hijo de los sueños, el padre del reproche, la madre de la sombra, y los cercanos del azar son sujetos del absurdo.


Sexo inmaduro en escondites del secreto, uvas desnudas de memorias dulces, y la trama de personajes que se encuentran en viejos presentes y nuevos pasados en alucinación de los fuera de tiempo. Las voces de la culpa amontonada en los castigos aquejan su encierro, las penumbras contienen los cuerpos.

Un muerto con su fútbol y su imponente presencia acompaña a la madre sola, y la vecina de dos hijas picarescas y noción para el ahora de Rubén, acosan al recién llegado, quien vuelve en el recuerdo a empequeñecerse, a encontrarse con su Yo chico, buscando lo incierto en respuestas del retorno al viejo hogar.

La escenografía, dispersa en el drama, da lugar al movimiento escénico actoral, y la iluminación con sus matices propone la oscuridad que se siente.

Una obra de Mauricio Kartun, quien inspira en esta oportunidad al director Sergio Bermejo que además interpreta a uno de los personajes mas agudos junto a las actrices y actores, versionando la misma con su artilugio irreal, resultando una puesta intensa de tiempo justo y necesario y un final donde todos se entreveran en su ficción para desaparecer.

domingo, 24 de abril de 2011

CRÍTICA de ¨Show on line¨

Dijo Alejandro Spagnoli; ¨Show on line¨:

Volver es darse una segunda oportunidad. Es aceptar las equivocaciones y darse el permiso de empezar de nuevo. Es un momento para repensar, para tomar impulso. Es el principio básico de la resiliencia: recuperar energía y renacer como el ave Fénix. Pero también puede significar todo lo contrario. El regreso puede ser el símbolo más humillante del fracaso, de la vida truncada, de los sueños hechos añicos.

La obra La Casita de los Viejos escrita por Mauricio Kartun hace foco en el regreso de Rubén a su pasado y en la visión propia de su familia, de su casa, de su barrio y de él mismo.
La escenografía sitúa la acción en la década del ’50, época en la que Rubén todavía usaba pantalones cortos. La repisa de la casa exhibe algunos estantes torcidos que ayudan a significar el contexto de la vida familiar. Esa vida que Rubén experimenta en estado de regresión.
Ya dentro de su pasado, el Rubén que supera los 60 años es torturado por los fantasmas de su familia. Los reproches, el “deber ser” que marcaba su madre, un padre dominante “macho alfa” que lo aplacaba totalmente y su propia valoración personal lo hacen sentirse un fracaso.

El trabajo de iluminación es excelente y es un pilar fundamental para la obra. La intensidad de los colores marca los climas, un rojo fuerte agrega tensión y un tono verde ayuda a relajar el momento. La personalidad de los protagonistas se ve bien reflejada en el vestuario y es respaldada por una sólida puesta en escena que va desde el tono de voz hasta la posición corporal.

Dirigido por Sergio Bermejo, el elenco juega con el diálogo, con la dureza de los términos, con los silencios y con la violencia psicológica. El siempre inevitable regreso de Rubén se vuelve su peor pesadilla, llena de objetivos interrumpidos, de deseos callados, de frustraciones que todos soportan en silencio y que pocos se atreven a ventilar.

La Casita de los Viejos es un viaje a la memoria. Un reencuentro con el pasado, un replanteo de vida, una pregunta por el ser… Un regreso intenso, doloroso, nostálgico que invita a pensarse a uno mismo y a hacerse un tiempito para mirar atrás.

martes, 19 de abril de 2011

Entrevista a SERGIO BERMEJO

Radio Onda Latina programa ¨Cool-turra-pop¨; por Agustina Salvador y Yanina Jara:

Es un reflejo poético de la vida”
Sergio Bermejo llega a la cita con una sonrisa amplia. Razones no le faltan. Su puesta en escena de la obra de Mauricio Kartun La casita de los viejos (estrenada en 1982), está teniendo una fuerte y positiva respuesta del público. “Toco madera que todo siga así”, confiesa. Y lo cierto es que desde su estreno, cada función ha sido a sala llena y los espectadores se van con la sensación de haber sido parte de una experiencia de puro talento. Porque La casita de los viejos conjuga la contundencia de una dramaturgia exquisita, una puesta en escena clara y poética y la versatilidad de un elenco sin fallas.
Estrenaron el 2 de abril. ¿Cómo está yendo la obra?
Cuando decidí hacer esta obra le puse todas las fichas, pero fue más allá de lo que esperaba. Es una trama un tanto conflictiva, y a pesar de eso la gente sale muy contenta.
¿Por qué elegiste La casita de los viejos?
Yo siempre digo que cuando leo un texto me puede llegar a fascinar o no, pero entiendo que es totalmente potable cuando lo releo y me sigo emocionando y eso es lo que me pasó conLa casita de los viejos. Para mí Kartun es uno de los autores contemporáneos más importante de la argentina, sino el mejor. Y esta obra tiene mucho de él. Y además era un texto que hacía mucho tiempo que nadie lo estaba haciendo, y me pareció que era rendirle un homenaje.
¿Cómo definirías La casita de los viejos?
La casita de los viejos es un pedacito de la historia de cada uno de nosotros. En mayor o menor medida la gente se siente reflejada con lo que estamos contando. Es un pedazo de nuestra vida que me parece que vale la pena verlo como un espejo. Es una actitud poética. Es un reflejo poético de la vida.
La obra es un pequeño trabajo de arquitectura que requiere un elenco fuerte y uniformemente talentoso. ¿Cómo trabajás para que los actores te respondan de la manera en que lo hacen?
Creo que tiene que ver con lo que uno le brinda al actor, hablo desde el lado de director. Yo siempre digo que nunca voy a exigirle al actor algo que yo no pueda hacer o que yo no lo entienda. Mi trabajo consiste en hacerle entender al actor que lo que yo quiero trasmitir es un mensaje, quiero contarle algo a la gente, más allá de los personajes y de la obra. Mi tarea es trasmitirle al actor la historia que quiero contar, pero antes tengo que venderle al actor eso, y eso lleva tiempo. El trabajo individual es maravilloso porque cada uno sabe lo que estamos contando. Con este grupo se logró, es un grupo muy heterogéneo, tenemos gente joven, tenemos gente grande y se pudo engranar, y eso se nota.
¿Te ayuda el hecho de ser actor a la hora de dirigir?
Sí, claro, totalmente. Yo fundamentalmente soy actor. Soy director porque también me encanta la docencia, poder concretamente transmitir la poca o mucha experiencia que uno tiene, trasmitirla arriba de un escenario desde afuera. Me encanta la dirección. Es fundamental, es como con los directores técnicos, si no jugaste nunca a la pelota no le podés decir a una persona cómo se hace.
Tu personaje es un personaje muy fuerte…
Si, detestable. Cuando lo armé, sentía que este personaje, que a veces es extremadamente violento, tiene que ver con la imagen que tiene el hijo de él. El actor siempre defiende a su personaje, es como un hijo, entonces yo lo justifico a este tipo. Pero, no se si el padre era así, yo creo que es la visión del hijo. Cuando pasa el tiempo, uno ve todo exagerado, o todo era muy bueno, o era muy malo. Cuando armé este personaje lo armé desde ese lado. Rubén, que es el personaje en conflicto, lo ve así al padre, por eso hay un quiebre en el final. El padre demuestra el amor con la violencia, como puede.
La puesta en escena resulta un relojito, todo parece perfectamente planeado…
Tiene que ver con una cuestión visual. Cuando hago una puesta en escena pienso en lo que va a ver el espectador. Intento no dejar ningún hilo suelto. Por ejemplo, la obra transcurre en la década del 50, la radio que uso para escuchar el partido es una spika, no puede ser otra radio. Quizás algunas personas no lo ven, pero un hincha como yo sí, así que todo eso suma.
¿Cómo es la historia del Grupo Teatral Tedrys, del que sos fundador?
Yo empiezo a dar clases en 1994. En el 98’, allá en zona norte, decido crear un taller de teatro, pero también darle un nombre y ese nombre es Grupo Teatral Tedrys. En 2005 comienzo a trabajar a nivel municipal, pero sigo manteniendo el nombre del grupo, porque es una forma de darle identidad. Actualmente estoy dando clases en Munro y en Olivos. La idea es sostenerlo más allá de las personas, incluso mas allá de mí. Soy el administrador del grupo, pero no el dueño. Todos somos un poco dueños, los que se fueron y los que vengan este año también.
¿Cómo funciona el grupo?
Todo el mundo que se acerca al grupo trabaja, no solamente como actor, sino también en todo lo que es producción. Para este proyecto elegí a los actores que entendía que podían dar el physique du role de los personajes y que además tienen las condiciones actorales para eso. Además de las condiciones actorales, lo importante son las condiciones como persona. Todo lo que se ve reflejado en la obra tiene que ver con eso.
¿Cuál es tu secreto para la dirección de actores?
Predico con el ejemplo, nunca voy a exigirle algo a alguien que yo no pueda hacer y que no se lo pueda justificar. Además, creo que es imprescindible darle la libertad al otro para que pueda hacer lo que quiera. Después eso se moldea. Más en un hecho artístico, hay que darle libertad al actor para que haga lo suyo.
¿Hasta cuándo estará la obra en cartel?
La inercia que tiene el grupo y la obra nos exige continuar. Esto todavía da para mucho más. Esto recién empieza.

lunes, 18 de abril de 2011

CRITICA de ¨A sala llena¨

Dijo Agustina Salvador; ¨A sala llena¨:

La casita de los viejos
Dirección: Sergio Bermejo. Autoría: Mauricio Kartun. Asistencia de dirección: Silvina Spatzill. Escenografía: Javier Batalla. Musicalización: Daniela Domínguez, Erika Mendoza.Intérpretes: Sergio Bermejo, Martín Fonseca, Gustavo Fracchia, Alejandra Maiolatesi, Iris Recarte, Giuliana Regazzoni, María Eugenia Sirri, Silvina Spatzill. Prensa: G.T.T.

- ¿A qué viniste?
- No sé, no lo puedo evitar
Es cierto. La casita de los viejos es un viaje a la memoria, un viaje nostálgico; una búsqueda tan eterna como fugaz, recurrente, utópica y a la vez necesaria. La casita de los viejos es el inclemente apremio de encontrarnos, no como somos, sino como fuimos, mucho antes del implacable paso del tiempo. Es una peregrinación onírica a nuestro propio ser, a nuestros sueños y a nuestras pesadillas.
La casita de los viejos se convierte entonces en una vorágine, vorágine que nos arrastra con la fuerza que reside en una puesta en escena impecable, compacta y articulada, y en un elenco magistralmente dirigido. Las actuaciones –cada una de ellas- logran esa precisa contundencia, en una obra en la que el diálogo lo es todo, en la que cada movimiento corporal cuenta, cada mirada asoma un pedazo de significación al relato y un poco más de profundidad al mensaje.
Y estamos sumidos en la historia. No hay nada que nos expulse de esa casita que se presenta como una promesa, pero también como un purgatorio extraño, lleno de pecados inevitables y tercos recuerdos. Rubén vuelve compulsivamente a la casa de su infancia, vuelve a quien era, antes de ser quien es. Pero nada es tan hermoso cuando los ojos que lo miran ya no corresponden a ese tiempo, ni a ese lugar, ni siquiera a ese cuerpo. Entonces se pone en funcionamiento una síntesis dramática de múltiples temas subyacentes; la conflictiva condición humana, las relaciones filiales, la contemplación del pasado, los fracasos, los miedos y por qué no, la difícil tarea de expresar el amor.
De pronto, los personajes que se exhiben delante de nuestros ojos, son tan parecidos a los de nuestra propia infancia que nos asustan, nos emocionan, nos evocan momentos lejanos y cercanos a la vez, porque lo que somos no es otra cosa que una acumulación de nosotros, de distintas épocas, de distintos mundos.
Tomar una de las obras icónicas del emblemático Mauricio Kartun es un arma de doble filo. Es la seguridad de un texto redondo y profundo, y es el desafío de llevar a escena ese mensaje que se deshace en miles de hilos y se vuelve a armar en una madeja perfecta frente a los ojos y oídos del espectador. Sergio Bermejo sale completamente airoso de esa tarea y conjuga en su puesta en escena todos los costados dramáticos de una historia compleja con la capacidad de lograr esa empatía en el espectador. Es un trabajo de ingeniería soberbiamente logrado, desde la excelente selección del elenco, la dirección de actores, la música y la iluminación.
La casita de los viejos fusiona un anhelo que es individual y a la vez universal. Una nostalgia viva. Positiva. Un deseo primario. Casi existencial. Y lleva al espectador de la mano hacia un sueño que ese eterno Ulises convoca a revisitar. Ácida, vehemente y certera, una obra clave para quien quiere encontrarse, o simplemente, seguir buscándose.

domingo, 10 de abril de 2011

CRÍTICA de ¨Espectaculosalamod's¨

Dijo Maria Inés Senabre; ¨Espectaculosalamod's¨ :


Una belleza. Algunas veces en la recorrida por los teatros del circuito off, under o alternativo, uno se emociona seriamente al descubrir que un elenco expresa perfectamente un texto perfecto con unas ideas escénicas y una dirección brillantes. No es sólo que le gusta o que está buena o que es excelente. Algunas veces, en simples lugares y con simples recursos pasan cosas maravillosas. Una obra de Mauricio Kartun es un valor en sí misma pero también es un desafío porque es una joya que merece un buen engarce.
Una obra sobre la búsqueda de sentido y reparo en el pasado. Lo que sentimos como las expectativas de los progenitores, las frustraciones y culpas que nos generan. Los padres que viven en nosotros. Las vergüenzas y sentimientos de inadecuación que nos quedaron grabados desde la infancia y que no podemos superar nos atan al pasado y nos hacen volver emocionalmente cada vez que nos sentimos vencidos. Buscamos cobijo cuando nos sentimos mal y al volver a ese lugar del alma cursamos la incómoda sensación de desamparo. Ya verán el señor Kartun no dejó regresión sin transitar en esta obra, inventó las “Constelaciones familiares a la criolla”
Las actuaciones son excelentes. Una escenografía simple ayudada por las luces para aprovechar cada centímetro y por supuesto un movimiento muy prolijo de los actores en escena que disimulan el escueto espacio de circulación Aplausos dobles a Sergio Bermejo.
El vestuario utiliza colores terracota transformando todos los personajes del pasado en ladrillos de la casita de los viejos.
No se la pierdan. María Inés Senabre

viernes, 8 de abril de 2011

CRÍTICA de ¨Sin pelos en la lengua¨

Dijo Lucia D. de ¨Sin pelos en la lengua¨

El grupo teatral "Tedrys" estrenó ayer, 2 de abril, la obra la casita de los viejos, de Mauricio Kartún. El director, Sergio Bermejo, eligió para representar su obra,el escenario del teatro "liberarte", nada más y nada menos que otro espacio porteño de la calle Corrientes. 



La obra, como bien se aclara en la presentación, es un viaje a la memoria. Rubén, un hombre de sesenta y pico de años, decide regresar a la casa donde recorrió toda su niñéz. Allí se encuentra con sus padres, la señora que limpiaba en su casa, y con dos niñas que le recuerdan sus inocentes juegos de la infancia. Pero lo más sorprendente es que allí, en un rincón de su casa, se encuentra con él mismo de pequeño (Rubencito). El pasado lo devora por dentro,es la familia la encargada de hacerle notar los errores que va a ir atravezando a medida que se convierte en un hombre.

El director, arriba citado, también desempeña un papel en la obra: el del papá de Rubén. Este pater familias se muestra con un carácter muy rígido y autoritario, típica figura de épocas pasadas. Se empeña en castigar a su hijo tanto a Rubencito como a Rubén, cuando llega a su casa El convencionalismo que utiliza en varios momentos es verdaderamente destacable.
Grandes actuaciones por parte de los actores, cada uno desempeña su papel de manera prolija tanto en su forma individual como en su forma colectiva. Por otra parte, el director, juega con los vínculos familiares: se nota la conexión arriba del escenario y brillan por su registro hacia el comportamiento del otro.
La puesta en escena es acertada en cuanto a la época que se eligió, una buena investigación.El vestuario es adecuado a cada personaje, concuerda con la personalidad de cada papel que se muestra. La banda sonora acompaña de una forma delicada y sutil en cada escena.
¿Qué harías vos si tuvieras la posibilidad de regresar a la casa donde atravezaste toda tu niñez?
Una obra sencilla, clara y de fácil seguimiento, pero con una calidad sensacional.

domingo, 3 de abril de 2011

EL ESTRENO...

¡LA CASITA DE LOS VIEJOS ya es un hecho!
El sábado 2 de Abril fue el estreno.